Taberna y otros lugares de Roque Dalton
Gocémonos hasta en nuestras ínfimas llagas: ello nos permitirá menospreciar la cicatriz, dejar para el dolor el mejor rincón de la memoria, a la plena sanidad, la acción. Digamos la afirmación que el otro ha puesto en duda. Esperemos del otro lo que no esperamos que él espere de nosotros. El amor llega a ser un diamante por la posibilidad que tuvo de ser ceniza. Tú, que me haces como tú misma. Queriéndome herir, me comunicas y mi traición es tu nueva riqueza. Tú, que eres yo mismo. |