La orilla de los vivos de Rodrigo de Pablo Ortiz
No querer pronunciar palabras evita oírlas, pero no pensarlas. Ocurre, más bien, al contrario. Cuanto más se reprimen, más fuertes se hacen en la cabeza.
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La orilla de los vivos de Rodrigo de Pablo Ortiz
No querer pronunciar palabras evita oírlas, pero no pensarlas. Ocurre, más bien, al contrario. Cuanto más se reprimen, más fuertes se hacen en la cabeza.
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