Rodrigo de Pablo Ortiz

Cuando alguien necesita creer, aunque la realidad grite lo contrario, cree.

De repente, en medio de sus tribulaciones, descubre que ninguna certeza es incuestionable, que el amarradero más firme es humo en manos del destino, que el azar no juega con las mismas cartas que la voluntad.

Mirar al mar una noche sin luna es como asomarse a un abismo de tinieblas.

—… Las cosas en la vida se hacen sin más. ¿Crees que somos muy diferentes? Estoy segura de que los dos gozamos con las mismas alegrías y nos duelen las mismas penas. Debemos ayudarnos.

Así es la vida, se resigna, un baile de carnaval, pura pantomima.

… sin humildad ninguna otra virtud tiene sentido , igual que las cuentas de un rosario se desparraman por el suelo sin el hilo que las sostiene.

—Te estás acostumbrando tanto al horror que has dejado de verlo.

… la belleza, como el dolor o el placer, no cabe en ningún adjetivo, que a lo sublime no se le puede tomar medidas.