El estilo de los elementos de Rodrigo Fresán
Así, hay mucho de lo poco que hay, pero nunca faltan libros. Y a los libros se los puede releer cuando más y mejor se desee: los libros nunca se acaban porque siempre pueden volver a empezarse. Los libros nunca se acaban y aún rotos o accidentados jamás dejan de funcionar y lo que nunca hay que hacer es perderlos, olvidarlos. Y releerlos es volver a ser feliz. |