Secuestrado de Robert Louis Stevenson
La oscuridad, en contraste con el destello, parecía haberse redoblado; y eso no era todo, ya que ahora inquietaban mis oídos y confundían mi mente una gran agitación de murciélagos en la parte superior de la torre , bestias inmundas que a veces volaban hacia abajo y me golpeaban en la cara y el cuerpo.
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