En defensa de los ociosos de Robert Louis Stevenson
Estar extremadamente ocupado, ya sea en la escuela o en la universidad, ya en la iglesia o en el mercado, es un síntoma de deficiencia de vitalidad; una facilidad para mantenerse ocioso implica un variado apetito y un fuerte sentido de la identidad personal. Existe una suerte de muertos en vida, de gentes grises, apenas conscientes de estar viviendo de no ser por el ejercicio de alguna ocupación convencional. Pág. 26 |