La fantasía de volar: La apasionante e ingeniosa victoria contra la gravedad de Richard Dawkins
Todos los cormoranes poseen el hábito de extender sus alas para que se sequen después de sumergirse en busca de peces. Es muy importante, ya que, cuando se sumergen, sus alas se empapan y, si no las secasen, no servirían para volar. No se puede decir lo mismo de la mayoría de las aves acuáticas, que engrasan sus plumas.
|