El mar y la montaña de Regino Eliado Boti
Perla, ópalo y gris: la madrugada _dijérase sibila triunfadora_ anuncia el rojo de la vieja aurora con una urente brisa fatigada. Traman feble batista opalizada el mar y el cielo. La ilusión traidora del horizonte la esfumó la hora con la luz de su red eterizada. Sobre la inmóvil linfa avanza el bote; surge por barlovento rudo islote que cual negra amenaza se distingue. Y es en su torso la unidad del faro _cíclope a quien devora el desamparo_ un rubí que se enciende y que se extingue. - Sobre el mar |