Antes que nada : poemas .-- de Raúl O. Artola
DEL BARRO A LA MADERA Estamos tocando la vida con la punta de los dedos como aquella vez que un hombre encendió la primera palabra y fundó el fuego, ese hombre de barro original reseco después de tantos siglos. Con temor por la cornisa, buscamos la madera perfecta que soporte el paso de todas las aguas y el calor de cada sol del universo. Dioses pequeños, conmovedores gepettos del asfalto y los relojes, taumaturgos frustrados pero tercos, bailarines del alma, criaturas a cuerda con la boca cosida y amores dispersos, renovadas legañas del Ojo que duerme, manos del hastío aburrido de sí mismo, cañas que pujan por despertar los colores de la paleta del último pintor hecho con el barro viejo, ése al que empiezan a crecerle los pies y las piernas de una extraña madera, indestructible. |