El vuelo de las Perseidas de Raquel Silva
Su mente le gritaba que estaba jugando con fuego, que tratara de disfrutar de unos días con sus abuelos y olvidara a aquel chico con el que solía contar las estrellas y ver el vuelo de las Perseidas en las noches de agosto. El pasado es pasado, y ahí debía permanecer.
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