Una mentira compartida de Raquel Arbeteta
— ¿Son neuronas? — Así es. — Guau. —Sonrío todavía con el ojo en el ocular—. ¿Cuántas habrá? — Depende de su maduración, pero de este tipo en cada pocillo habrá unas decenas de miles. — ¿Tantas? Las mías deben de sentirse terriblemente solas. Solo tengo dos. — Imposible. Tendrás algo menos de cien mil millones de ellas. —Hace una pausa—. Es la mitad de las estrellas que hay en la vía Láctea. Es como si cada persona guardase una pequeña galaxia única dentro de la cabeza. |