El Pensamiento de las Mil Caras de R. Scott Bakker
La lectura, comprendió, reubicaba. Volvía secundario lo inmediato y permitía que lo antiguo y lejano surgiera ante los ojos. Liberaba el aquí de los sentidos y lo convertía en cualquier parte. Liberaba el ahora de los vínculos del presente y le daba el aspecto de la eternidad.
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