Pierre Lemaitre
¿Te das cuenta de lo que me propones? -le preguntó Albert, plantándose delante de él-. Cometer… ¡Un sacrilegio! Robar el dinero de los monumentos a los caídos es como profanar un cementerio, es… ¡Un ultraje a la patria! Porque, aunque el Estado ponga un poco de su bolsillo, la mayor parte del dinero procede… ¿De dónde? ¡De las familias de los muertos! De las viudas, los padres, los huérfanos, los compañeros de armas.
|