¿Y tú qué clase de madre eres? de Paula Daly
Baja la visera del espejo y observa su imagen. Tiene el mismo aspecto que diez minutos antes, pero se asombra de lo distinto que se siente. Es como si todas las piezas hubieran encajado, y comprende, quizá por primera vez, el verdadero significado de la expresión «tener una corazonada».
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