Sunset Park de Paul Auster
(…) no puede haber recuerdos del seno materno, ni para él ni para nadie, pero acepta como un artículo de fe, o se esfuerza en comprender mediante un salto de la imaginación, que su propia vida como ser sensible empezó como parte de aquel cuerpo ahora muerto que sacaban por la puerta, que su vida había empezado dentro de ella.
|