Libre de Patrick Ness
Le quemaba tanto el pecho que no sabía dónde terminaba el enojo y empezaba la herida. Porque siempre tenía una herida; su familia mantenía abierta esa herida, pero también insistía en que lo amaba.
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Libre de Patrick Ness
Le quemaba tanto el pecho que no sabía dónde terminaba el enojo y empezaba la herida. Porque siempre tenía una herida; su familia mantenía abierta esa herida, pero también insistía en que lo amaba.
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