Mañana tendremos otros nombres de Patricio Pron
Y después de mentirle cerró los ojos, como alguien que, en el momento en el que el vaso resbala de sus manos, cuando ya es evidente que no va a poder cogerlo, cierra los ojos porque no necesita verlo hacerse trizas en el suelo para saber que se ha roto, le basta con el estruendo.
|