Últimos días en Berlín de Paloma Sánchez-Garnica
Cuando la volví a ver ya me habían robado el alma, me había convertido en un monstruo, ya no me quedaba ni un ápice de humanidad, mi corazón era una roca.
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Últimos días en Berlín de Paloma Sánchez-Garnica
Cuando la volví a ver ya me habían robado el alma, me había convertido en un monstruo, ya no me quedaba ni un ápice de humanidad, mi corazón era una roca.
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