Las canciones de Bilitis: 162 de PIERRE LOüYS
PENUMBRA Nos deslizamos, ella y yo, bajo la sábana de lana transparente. Incluso nuestras cabezas se acurrucaban. Y la lámpara iluminaba la colcha que nos cubría. Así yo veía su cuerpo querido en una luz misteriosa. Estábamos más próximas la una a la otra, más libres, más íntimas, más desnudas. "En la misma camisa", decía. Nos acostamos peinadas para estar aún más desnudas, y en el aire cargado del lecho, ascendían, emanados de dos pebeteros naturales, dos olores de mujer. Nadie en el mundo, siquiera la lámpara, nos vio aquella noche. Sólo ella y yo podríamos decir cuál de las dos fue amada. Pero los hombres no sabrán nada. |