Los trozos de madera de Dios de Ousmane Sembène
Tal vez era Dejean quien menos esperaba esta crisis, pero al mismo tiempo era quien menos la comprendía. Una discusión entre empleadores y empleados implica la existencia de empleados y empleadores. Dejean no era un empleador; ejercía una función que se asentaba sobre bases naturales, el derecho a la autoridad absoluta sobre seres cuyo color de piel hacía de ellos, no subordinados con los cuales se puede discutir, sino hombres de condición inferior destinados a una obediencia ciega.
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