Pensar como un iceberg de Olivier Remaud
¿Están demasiado lejos de nosotros los icebergs para que podamos ser verdaderamente conscientes? La objeción no carece de fundamento. ¿Cómo sentirse próximos a entidades que no se desplazan en las mismas latitudes que la mayoría de los habitantes del planeta? ¿Cómo entender que nuestras existencias personales están ligadas a sus lejanos ciclos de vida? Es un hiato difícil de llenar. Las explicaciones abstractas no bastan. Solo podremos superarlo a condición de interpretar esta distancia como un caso de continuidad: formamos parte de un mundo común en el que cada uno depende del otro. Los icebergs no son solitarios. Existen "por sí mismos" aun estando "bien relacionados" con otros seres. Están "entre nosotros", con nosotros y no lejos, en una naturaleza desprovista de vida salvaje.
|