Crudo de Olivia Laing
Escribía ficción, claro, pero la poblaba de lo ya existente, lo preenvasado y precocinado. Era en muchos aspectos la hija de Warhol, por lo menos la sobrina, una saqueadora de tumbas, una bandida, feliz de sablear cualquier cosa que necesitara, pero también implicada moralmente en la causa: que no había ninguna necesidad de inventar nada, porque podías elaborar cualquier cosa a partir del rebosante yacimiento de lo ya hecho, de lo nada nuevo, como dijo Beckett, y era económico y también elegante servirse del cajón de sastre de lo actual.
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