El laberinto de la soledad de Octavio Paz
Pero es que estamos solos, terriblemente solos, aislados los unos de los otros. Tan feroz es la ridiculez del mundo que no podemos decir o expresar nuestra ternura. Para nosotros la muerte es más fuerte que la vida, tira de nosotros como un viento a través de la oscuridad, con todos nuestros gritos trastocados en una risa sin alegría, con toda la basura de la soledad acumulada en nosotros hasta que nuestras vísceras estallan sangrantes y verdes. Vamos aullando por el mundo, agonizamos en nuestras habitaciones alquiladas, en hoteles de pesadilla, hogares eternos del corazón sedentario.
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