La casa de las magnolias de Nuria Quintana
Los árboles que rodeaban la pradera por tres de sus cuatro lados proyectaron sombras enormes e impenetrables sobre la hierba, como espectros mecidos por el viento.
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La casa de las magnolias de Nuria Quintana
Los árboles que rodeaban la pradera por tres de sus cuatro lados proyectaron sombras enormes e impenetrables sobre la hierba, como espectros mecidos por el viento.
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