Un arte espectral de Norman Mailer
Hasta que comprendamos cómo somos obligados a conducir nuestras vidas de modos que no disfrutamos particularmente, hasta que comprendamos más sobre aquellos motivos por los que tantos de nosotros nos sentimos muertos por dentro durante la mayor parte del tiempo, sí, hasta que reconozcamos cuánto de eso no se debe sólo a nuestra falta de imaginación o a los límites agotadores de una vida responsable, sino que también es el producto de enormes sistema institucionales de codicia, injusticia y manipulación que nos educan para percibir como manifestaciones benignas, no hemos llegado a nada. Seguiremos estando a la sombra de Freud y de Marx.
|