Un arte espectral de Norman Mailer
Ésa es la felicidad de los libros buenos de aficionados. Se atreven a escenas que un escritor con experiencia (y más preocupación profesional) dejarían de lado o evitarían por completo. Los desnudos y los muertos acepta riesgos en todo momento y son más los que aciertan que los que fracasan.
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