Se acabó el pastel de Nora Ephron
Así soy de burguesa: en la décima de segundo que cogí el pastel para tirárselo a Mark, en el mismo momento en que iba a realizar el acto más valiente de mi vida, aunque también el más episódico, pensé para mí: “Gracias a Dios que el suelo es de linóleo y puede limpiarse.
|