Rivales de día, amantes de noche de Nieves Hidalgo
—No sería nada difícil llamarme por mi nombre. —Prefiero no hacerlo. —¿Por qué, Babs? ¿Tanto me detestas? —No pedí un tutor. —Tampoco yo pedí tener que hacerme cargo de una pupila deslenguada y reticente. |