36 de Nieves Delgado
Nadie se pregunta nunca si el nacimiento de una nueva vida, en sí mismo, es un acontecimiento digno de ser celebrado. Damos por hecho que sí, que ese nuevo ser está mejor «siendo» que estando ausente del mundo. Suponemos, en definitiva, que la vida es un don y que quien la recibe debe sentir agradecimiento por ello.
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