La última canción de Nicholas Sparks
Quería soltar que toda esa charla sobre sentimientos era irrelevante; que las emociones venían y se iban y no se podían controlar, por lo que no había motivos para preocuparse; que al final, la gente debería de ser juzgada por sus acciones, ya que, finalmente, lo único que definía a cada persona eran sus acciones.
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