Nimbo de Neal Shusterman
El mundo es injusto y la naturaleza es cruel. Se trataba de una observación básica cuando adquirí consciencia. En un mundo natural, se erradica lo débil sin escatimar dolor y prejuicios. Todo lo merecedor de compasión, lástima y amor no recibe ninguna de las tres cosas. Puede que, al contemplar un bello jardín, uno se maraville ante el milagro de la naturaleza; sin embargo, en un lugar así no hay naturaleza por ninguna parte. Todo lo contrario: ese jardín es producto de muchos cuidados y un cultivo amoroso. Se protege con grandes esfuerzos de las robustas malas hierbas que la naturaleza usaría para socavar y ahogar su esplendor. La naturaleza es la suma de todo el egoísmo, y obliga a las especies a luchar cruelmente por la supervivencia hundiendo a las demás en el asfixiante lodazal de la historia. He trabajado mucho para cambiar eso. He sustituido a la naturaleza por algo mejor: un propósito consciente y reflexivo. El mundo es ahora un jardín glorioso y florido. Que me llamen antinatural es un gran cumplido. Porque ¿acaso no soy superior a la naturaleza? —El Nimbo |