Nawal El Saadawi
Pero todos los que he conocido, cada uno de ellos, hasta el último, solo me han inspirado un deseo: el de alzar la mano y dejarla caer con fuerza sobre su rostro.
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Nawal El Saadawi
Pero todos los que he conocido, cada uno de ellos, hasta el último, solo me han inspirado un deseo: el de alzar la mano y dejarla caer con fuerza sobre su rostro.
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