El viaje de Malka de Mónica Rodríguez
Hubo un momento que de entre dos nubes negras salió un rayo de sol que parecía un sable. A Malka le apeteció que Dios existiera para que acabara con la tormenta y le dijera de una vez por todas dónde estaba la abuela. Pero nada, si existía no era muy hablador que digamos.
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