Marta es una ex bailarina, reconvertida en profesora de baile, que actualmente se encuentra de baja recluida en su apartamento. Una lesión mal curada y una especie de depresión hace que apenas salga de casa.
Un día, ha de bajar al piso de abajo a ayudar a su anciana vecina a quien le ha dado un ataque. La mujer no sobrevive pero Marta ve una melena rubia en una de las camas del apartamento que desde entonces le va a traer a mal vivir. La anciana vivía sola, con la compañía ocasional de su hijo que ni estaba casado ni se encontraba en el apartamento. ¿Quién podía ser la mujer de la melena rubia y por qué no salió a ayudar a la mujer?
El hijo decide alquilar el piso de su madre y pide ayuda a Marta para enseñarlo. Comienza así una curiosa relación entre ellos, la misma que tiene con sus tres “amigos” y examantes. Porque Marta es una mujer imposible de atar en una relación pero que siempre guarda una buena relación con quienes han pasado por su vida
Me llamó sin duda la atención esta novela por la portada que tanto recuerda a “La ventana indiscreta” del gran Hitchcok. No me digáis que no parece Grace Kelly con los prismáticos de James Stewart mirando por la famosa ventana de apartamentos. Estas referencias y otras varias literarias y culturales hicieron que no me pudiera resistir a hacerme con ella. Fue amor a primera vista y la elección, sin duda, un acierto porque la he disfrutado mucho
“La sonámbula” se sustenta totalmente en su protagonista-narradora. O en sus protagonistas-narradoras porque Marta es también Ginebra. Ginebra es el nombre que su padre le quiso poner -aficionado él a todo lo artútico- y es, podríamos decir, parte de su personalidad. Su personalidad más arriesgada y más artista. Marta es el resto, actualmente ella misma.
Marta es, sin duda, un personaje curioso. Ella sola lleva todo el peso de la historia la cual no sólo protagoniza sino también narra. En una narración en primera persona que al autor le sale de forma totalmente natural, Marta nos va contando lo que hace, lo que piensa y cosas de su pasado de tal manera que acabaremos conociendo a una mujer bastante compleja. Sin duda, el autor ha conseguido dar a su protagonista voz propia, una voz potente y original que ella sola sustenta prácticamente la totalidad de la novela. Al principio su personalidad te resulta curiosa y no precisamente atractiva; Marta es alguien muy especial y, como se suele decir, conocerla es quererla. Hasta que no nos introducimos en su psique y vemos cómo realmente es, no conseguiremos empatizar con ella y saber por qué actúa como lo hace. Una vez conseguido, nos pondremos de su lado.
“La sonámbula” es una novela corta que vuela entre las manos. Podríamos considerarlo un thriller psicológico por el que se avanza rápidamente por la curiosidad que suscita, las ansias de saber y los derroteros que va tomando la historia. Sin duda, es francamente original; yo, al menos, nunca me hubiera imaginado el giro que en un determinado momento toma la historia y que me dejó con la boca completamente abierta.
El ritmo es medio, el autor es meticuloso con las palabras y en cada momento deja la frase precisa, dando los detalles necesarios, sin impregnar la novela de un ritmo demasiado acusado pero sin dar tregua. Las páginas avanzan de forma fluida debido sobre todo al interés creciente de la historia.
Alrededor de la historia vuelan referencias astronómicas muy interesantes así como literarias y cinematrográficas que enriquecen muchísimo la historia.
Conclusión final
“La sonámbula” es una novela francamente original. Difícil de clasificar, diferente a todo lo que he leído antes, sin duda sólo por esto ya merece la pena su lectura. Pero también porque está muy bien escrita, porque tiene un personaje muy potente y porque os ofrecerá unas horas de amena lectura salpicada de referencias muy interesantes.
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