El libro de los amores ridículos de Milan Kundera
"... también se recordaba a sí misma (tenía entonces casi cuarenta años, y una especie de ansia de belleza la hacía caer en brazos de hombres a los que no conocía, pero, al mismo tiempo, la hacía huir de ellos; siempre había pensado que su vida debía ser como un 'hermoso baile' y temía convertir las infidelidades en una fea costumbre)." (Pág.192).
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