La vida está en otra parte de Milan Kundera
En las casas en que han nacido los poetas líricos, han mandado siempre las mujeres: la hermana de Trakl, las hermanas de Esenin y Maiakovski, la tía de Blok, la abuela Hölderlin y la de Lermontov, el ama de Pushkin, y ante todo las madres, las madres de los poetas, tras las cuales palidece la sombra del padre. Lady Wilde y Frau Rilke vestían a sus hijos con ropas de niñas.
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