Cinco horas con Mario de Miguel Delibes
Carmen se inclinaba, primero del lado izquierdo y, luego del lado derecho y besuqueaba sin el menor fervor, rutinariamente. "Gracias, mona, te lo agradezco en el alma".
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Cinco horas con Mario de Miguel Delibes
Carmen se inclinaba, primero del lado izquierdo y, luego del lado derecho y besuqueaba sin el menor fervor, rutinariamente. "Gracias, mona, te lo agradezco en el alma".
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