Don Quijote de la Mancha de Miguel De Cervantes
-Y a vos ¿qué os parece, señora doncella? -dijo el Cura, hablando con la hija del ventero. -No sé, señor, en mi ánima -respondió ella-; también yo lo escucho, y en verdad que, aunque no lo entiendo, que recibo gusto en oíllo; pero no gusto yo de los golpes de que mi padre gusta, sino de las lamentaciones que los caballeros hacen cuando están ausentes de sus señoras; que en verdad que algunas veces me hacen llorar de compasión que les tengo. |