La mecanógrafa de Henry James de Michiel Heyns
A menudo había presenciado la costumbre del escritor de detenerse mientras reflexionaba sobre una frase, o la de toquetear distraídamente la cadena de su reloj, o la de hurgar con el bastón un pedazo de tierra de aquel paisaje, como si quisiera desenterrar una palabra escurridiza.
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