Castigos justificados de Michael Hjorth
Abordar el creciente problema de la glorificación de la estupidez a base de eliminar a los estúpidos es como tratar de erradicar los dientes de león a base de cortarle la flor amarilla. Por supuesto, la mala hierba hay que arrancarla entera. Hay que llegar al origen de la cuestión. Resolver los problemas de raiz.
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