Castigos justificados de Michael Hjorth
La sociedad ensalzaba la superficialidad y la estupidez. Saber cosas era esnobismo. Estudiar era pesado. De tontos. Innecesario, a menos que el conocimiento diese ventajas económicas de forma inmediata o algún tipo de privilegio en la vida. No se premiaba el talento, ya que el conocimiento no era ni deseable ni era motivo de prestigio. |