Mujer equivocada de Mercedes Rosende
Ser gorda no es solo ser gorda, no es tener sobrepeso y cansarse en las escaleras, no es la cintura desaparecida ni la barbilla abundante ni siquiera es la salud en peligro, es la humillación renovada, la ira disimulada, ese sentimiento de que no hay piedad ni mucho menos justicia para el que es diferente.
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