Mujer equivocada de Mercedes Rosende
El amor por mi hermana es un sortilegio que ha sobrevivido a un pasado turbulento, ya inimaginablemente lejano
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Mujer equivocada de Mercedes Rosende
El amor por mi hermana es un sortilegio que ha sobrevivido a un pasado turbulento, ya inimaginablemente lejano
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Mujer equivocada de Mercedes Rosende
Le cuento que esta semana y tal vez todo este mes estaré concentrada en mi trabajo como traductora, una ardua labor que demanda lo mejor de mí, conocimiento de ambas lenguas, sensibilidad, sentido artístico y entrega. El traductor, querida vecina, después de tener un primer contacto con el texto, se apropia de él y empieza a producir algo propio, que también es arte. El traductor enfrentado al texto se debate entre la letra y el espíritu, entre la fidelidad y la libertad, y en esa tenue línea está la creación. ¿Usted sabe algo del proceso creativo? Pues le diré que requiere silencio. Silencio, lo que a mí me falta porque sus tacos chocan contra la madera y producen ese sonido seco que me irrita, me pone nerviosa y me aleja millones de kilómetros del arte. Le pido encarecidamente que haga algo, que ponga alfombras, que se descalce, que levite para ir en busca de un vaso de agua a la heladera.
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Mujer equivocada de Mercedes Rosende
Comienzo a sentir esa inquietud que no se aplaca con un sánguche, ese desasosiego que hace que todo lo demás —la cuenta de banco en rojo, las traducciones sin hacer y hasta los kilos que se amontonan— se desvanezca hasta quedar diluido frente a una torta de chocolate rellena de mousse de dulce de leche y salpicada de nueces.
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Mujer equivocada de Mercedes Rosende
Yo no tengo conciencia, buena ni mala, no tengo cuentas que saldar con los muertos, no les debo nada que no les haya pagado, y lo que ellos me debían ya se lo hice pagar también. Estamos a mano, queridos muertos, púdranse en el infierno y por toda la eternidad
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Mujer equivocada de Mercedes Rosende
Ser gorda no es solo ser gorda, no es tener sobrepeso y cansarse en las escaleras, no es la cintura desaparecida ni la narbilla abundante, ni siquiera es la salud en peligro, es la humillación renovada, la ira disimulada, ese sentimiento de que no hay piedad ni mucho menos justicia para el que es diferente.
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Mujer equivocada de Mercedes Rosende
Ser gorda no es solo ser gorda, no es tener sobrepeso y cansarse en las escaleras, no es la cintura desaparecida ni la barbilla abundante ni siquiera es la salud en peligro, es la humillación renovada, la ira disimulada, ese sentimiento de que no hay piedad ni mucho menos justicia para el que es diferente.
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Mujer equivocada de Mercedes Rosende
Estamos a mano, muertos queridos, púdranse en el infierno y por toda la eternidad.
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Mujer equivocada de Mercedes Rosende
Me atraen las facetas que la gente no muestra. Mirarlos cuando no me ven. Verlos actuar sin que se sientan observados. Verlos cuando no disimulan cuando no se saben observados.
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Gregorio Samsa es un ...