La arquitectriz de Melania G. Mazzucco
Dicen que un hombre y una mujer no deberían ser amigos, que deberían ocultarse las miserias cotidianas para mostrarse mutuamente mejor de lo que son y poder, así, ser amados, pero Elpidio compartió conmigo sus batallas. Tal vez, me decía luego, asombrada, porque en realidad no me ama.
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