Nafar de Mathilde Chapuis
La ciduad estaba impregnada de un olor a quemado, extraño para quien llegara de Estambul, como si en el horno de cada casa se hubiera carbonizado y olvidado el mismo pastel.
|
Nafar de Mathilde Chapuis
La ciduad estaba impregnada de un olor a quemado, extraño para quien llegara de Estambul, como si en el horno de cada casa se hubiera carbonizado y olvidado el mismo pastel.
|