Diario de un vampiro en pijama de Mathias Malzieu
[...] Pero en cuanto me he puesto a cantar, ha estallado en llanto. El increíble dique que había ido construyendo día a día para protegernos a ambos ha acabado por ceder. Todo el miedo acumulado ha explotado en su rostro. Pánico melancólico. Me ha costado calmarla. Pero con mis brazos y unas palabras dulces, lo he conseguido. Estaba afligido por provocar semejante inundación en el fondo de sus ojos, pero al mismo tiempo contento porque esta vez he podido consolarla yo.
|