Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary Shelley
Nada hay que tranquilice tanto la mente como un propósito claro, una meta en la cual el alma pueda fijar su aliento intelectual
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Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary Shelley
Nada hay que tranquilice tanto la mente como un propósito claro, una meta en la cual el alma pueda fijar su aliento intelectual
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