Frankenstein o el moderno Prometeo (Ilustrado) de Mary Shelley
Nadie puede concebir la variedad de sentimientos que, en el primer entusiasmo por el éxito, me espoleaban como un huracán. La vida y la muerte me parecían fronteras imaginarias que yo rompería primero, con el fin de desparramar después un torrente de luz por nuestro tenebroso mundo.
|