Baile de ladrones de Mary Pearson
Cada segundo estaba lleno, como un saco de cereal que rebosara, con las costuras tensas, a punto de reventar. Lleno de algo que no nos atrevíamos a explorar.
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Baile de ladrones de Mary Pearson
Cada segundo estaba lleno, como un saco de cereal que rebosara, con las costuras tensas, a punto de reventar. Lleno de algo que no nos atrevíamos a explorar.
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