Ligeramente perverso de Mary Balogh
En ocasiones tenía la impresión de que se le partiría el corazón. Pero sabía que los corazones no se partían por el mero hecho de que sus propietarios fueran infelices... y estúpidos. Y ella había sido estúpida a más no poder. Sin embargo, se aferraba a los recuerdos como a un salvavidas.
|